Wednesday, November 2, 2011

Lucy Tejada as Remembered by FIX @ FIX University

Fernando IX University

Lucy Tejada as Remembered by FIX @ FIX University

Fernando IX University

28 DE AGOSTO DE 2007

LUCY TEJADA




Lucy Tejada Nació en Pereira, cuando la Perla del Otún era parte del departamento del Gran Caldas, en el año de 1920... "Mis padres vivían allá y por eso nací en el viejo Caldas. Fuimos cinco hijos y cada uno nació en una ciudad diferente del Eje Cafetero porque mis padres viajaban mucho"

Todos descendientes de un comerciante, que tuvo una famosa tienda llamada "La pluma de oro", y de una pintora... "Mi madre fue nuestra primer maestra, viviendo con ella uno convivía con el arte y la pintura, todo el día se olía pintura, mi hermano Hernando, mi hermana Teresa y yo nos desarrollamos en medio del arte. Nuestros padres tenían unos libros europeos de pinturas de los museos de Europa que se conseguían por aquellos días y por lo tanto de pequeños estábamos muy familiarizados con la pintura universal. Además, cuando éramos niños, al llegar las visitas nos ponían frente a un tablero a dibujar ".


En 1936 la familia Tejada se estableció en Cali..."Cuando nos radicamos aqui ingresé al Liceo Benalcazar, ese colegio me cayó de perlas, ya que la educación religiosa que me daban las monjitas me tenía ñata". En compañía de Ana Julia Vega y de Esperanza Bonilla, Lucy Tejada Finalizó sus estudios básicos convirtiéndose en una las tres primeras mujeres bachilleres del Valle del Cauca. Tras la muerte de su madre, Lucy se trasladó a Bogotá a estudiar en la Universidad Javeriana Arte y Decoración, y de ahí pasó a la Escuela de Bellas Artes donde se gradúa y conoce a quien sería su esposo, Antonio Valencia, también pintor, con quien decide aventurarse hacia la Guajira.


Después de aquel viaje mágico, Lucy hizo su primera exposición en Bogotá en la sala Leo Matiz donde recreaba sus experiencias vividas en aquellos parajes guajiros; luego al viajar a Europa descubre los grandes museos del mundo, se encuentra con El Greco y con Rembrandt, pintores que la embriagan en el amor por la plástica. Después de casi cinco años en Europa, vuelve al país y hace parte del movimiento pictórico más productivo de la última mitad del siglo XX en Colombia, con Grau, Obregón, Ramírez Villamizar, a quienes conoció y con quienes compartió. Aquellos años cincuenta aceleraron productivamente su evolución como pintora.


Lucy Tejada ha expuesto sus obras en América y Europa, ha recibido varios premios por su obra en diferentes concursos nacionales y nunca recibió becas ni apoyo del Estado, siempre ha vivido de la venta de sus obras y se siente orgullosa de ello, es el devenir de todos los artistas de este país. Sus personajes, seres imaginarios de ojos negros y profundos viven en sus pinturas, que se parecen a su mundo, un mundo hermoso, ideal, habitado sólo por mujeres y niños. Lucy Tejada, en compañía de su familia y de amigos cercanos, constituyó hace un par de años la Fundación Lucy Tejada, con el objetivo de conservar y difundir su obra y la de Hernando, su hermano, memorias de esa Cali que crea y construye mundos posibles cada día
Entre los proyectos que ha sacado adelante la Fundación se cuentan el completar el sitio web de los Tejada y el libro de Hernando Tejada, realizado gracias a la Fundación Mac y con el apoyo de Epsa y la Cámara de Comercio de Cali.
Además, a finales del 2005, la Fundación preparó la exposición Hernando Tejada: Retrospectiva, una de las muestras restrospectivas más grandes que se han hecho de un sólo artista en el país. La pintura de Lucy Tejada es nuestro gran legado, habita aquí, en este mundo imposible lleno de caos y horror. Ella también convive con este mundo, es palpable su desesperanza, tal vez por eso vive alejada de todos, en medio del arte, de ese espacio verde, amable y perfecto. Fuente http://www.caliescali/.

La condecoraciónLa Ministra de Cultura, María Consuelo Araújo Castro, entregó el 17 de agosto a las 7:00 p.m. en el Foyer del Teatro Colón, la Medalla al Mérito Cultural a la maestra Lucy Tejada en reconocimiento a sus contribuciones al arte colombiano durante más de 50 años. De la generación de Grau, Ramírez Villamizar, Alejandro Obregón y Negret, esta gran artista expone una nueva visión del mundo, evocando situaciones líricas y dramáticas.





Lucy Tejada as Remembered by FIX @ FIX University

EXPOSICIÓN ITINERANTE DE LA COLECCIÓN BANCAFÉ
OBRAS de ALEJANDRO OBREGON, ENRIQUE GRAU, DAVID MANZUR, ANTONIO ZAMUDIO, NOE LEON Y LUCY TEJADA.
INAUGURACIÓN JUEVES JULIO 15 DE 2010 A LAS 6:30 P.M.
MUSEO DE ARTE DE CALDAS – CCC Teatro Fundadores

Miércoles 4 de agosto – 5pm, como actividad final de la exposición Colección Abierta – Colección Bancafe, se ha ha programado una visita guiada y un conversatorio con el curador del Museo de Arte de Caldas Alberto Moreno Armella.

La exposición puede ser visitada de Lunes a viernes de 8:00 a. m. a 12:00 del medio día y de 2:00 p. m. a 6:00 p.m. y sábados de 9 a 1 p.m.

Visitas guiadas y talleres informes teléfonos 8720547 – 3147486642. Correo electrónico: musartedecaldas@yahoo.com - catagorimezos@yahoo.es .

También visite nuestro blog en internet museodeartedecaldas.blogspot.com, donde podrá ver datos adicionales acerca de la exposición.

Contar con su presencia en las actividades programadas por el Museo es muy placentero para nosotros, los esperamos.

ENTRADA LIBRE

EXPOSICIÓN ITINERANTE DE LA COLECCIÓN BANCAFÉ QUE CONSTA DE 20 OBRAS ENTRE LAS CUALES FIGURAN ARTISTAS COMO ALEJANDRO OBREGON, ENRIQUE GRAU, DAVID MANZUR, ANTONIO ZAMUDIO, NOE LEON Y LUCY TEJADA. ADEMÁS SE EXPONDRÁN DE 3 A 5 OBRAS DE LAS 37 QUE INTEGRAN EL CONVENIO DE COMODATO ENTRE EL MUSEO DE ARTE NACIONAL DE COLOMBIA Y EL MUSEO DE ARTE DE CALDAS; OBRAS QUE HACEN PARTE DEL TOTAL DE 310 QUE CONSTITUYE LA COLECCIÓN BANCAFÉ.

ES DE RESALTAR EL APOYO QUE EL MUSEO NACIONAL LE HA DADO PERMANENTEMENTE, DESDE SU FUNDACIÓN, AL MUSEO DE ARTE DE CALDAS.

SORPRENDE QUE UNA CIUDAD COMO MANIZALES, CON VOCACIÓN CULTURAL, NO CUENTE CON UNA SEDE PARA EL MUSEO DE ARTE DE CALDAS, QUE SERÍA LA CASA NATURAL DE LA COLECCIÓN QUE INTEGRA ESTE COMODATO Y LAS OTRAS OBRAS DE LA COLECCIÓN PERMANENTE DEL MUSEO.

SEDE DEL MUSEO
CENTRO CULTURAL Y DE CONVENCIONES

Más información con CARLOS VELÁSQUEZ en el 312 2050010 Fernando IX University

Lucy Tejada as Remembered by FIX @ FIX University

Fernando IX University

La artista Lucy Tejada

Dos factores confabularon para que los hermanos Tejada, oriundos de Pereira, íconos del arte colombiano, convirtieran a la capital del Valle en su casa: el espíritu migratorio de su padre, que los llevó a radicarse en Cali cuando apenas eran unos niños, y la soledad de Lucy Tejada al separarse de su esposo, el artista Antonio Valencia.

“Desde España llamé a mi papá que vivía en Bogotá y le pedí que ayudara, él me dijo: ‘Váyase para Cali que allá está Hernandito’ ”, y fue así como estos dos maestros hicieron su vida en una ciudad “salsera con los árboles más bellos de Colombia”, como ella describe cariñosamente el lugar que la acogió junto a sus hijos. Hernando fue el único que la apoyó en el momento en que ella decidió regresar a Cali, pues su padre la consideraba la hija descarriada.

Tranquila, en medio de incontables obras que esculpió “Tejadita”, como le decía a su hermano, recuerda momentos memorables en su vida, como cuando conoció a Alejandro Obregón en Bogotá, o cuando debió dejar de pintar en La Guajira por culpa del viento que arrastraba pequeños granos de arena que se adherían a sus lienzos, queriendo permanecer en ellos y en sus recuerdos.

Quizá por eso Lucy nunca olvidó La Guajira, y así, al llegar a España con su esposo y sus dos hijos, pintó de memoria Salineros de Manaure (1951) y Mujeres sin hacer nada (1957), Premio Nacional de Pintura de ese mismo año. En 1962 ganó el Premio de Adquisición en el 14 Salón Nacional de Artistas con su obra Los insectos, y en 1970 obtuvo el primer puesto en el Décimo Festival de Arte. Todas estas obras fueron pintadas de memoria, pues nunca utilizó la técnica de pararse frente al objeto para retratarlo.

“Mi arte siempre fue más imaginativo. Armaba en mi cabeza la composición y la iba plasmando, los colores iban surgiendo según mi estado ánimo”.

Su juventud

Tejada llegó a Bogotá recién graduada del Liceo Belalcázar, de Cali, para convertirse en una artista. Estudió inicialmente en un instituto cuyo nombre olvidó, al igual que muchas de sus vivencias en el lugar, pues no compartía la ideología de las monjas que dirigían el internado. Por eso en las tardes, después de sus lecciones de arte, Lucy se refugiaba en los museos de la capital. Fue ahí cuando descubrió la obra de Alejandro Obregón: “Empecé a ir a la exposición del maestro todos los


días durante mucho tiempo, hasta que un día salió y me dijo: ‘¿usted porque viene tanto?’, ‘¡pues porque me gusta mucho su obra!’, le respondí. Hablamos y él me dijo que me saliera de ese instituto, que me matriculara en Bellas Artes, le hice caso y ahí conocí a Antonio Valencia, el papá de mis hijos”.

Valencia también era artista. Después de vivir un tiempo en Bogotá y otro tanto en La Guajira, en un resguardo indígena que carecía de puertas, llegaron a España gracias a una beca que él consiguió. “Nos pasábamos las tardes visitando el Museo del Prado, caminando por las calles de Madrid, hasta que un buen día Antonio decidió irse a vivir con una argentina”. Fue entonces cuando Lucy volvió a Cali, a construir una casa lejos de la ciudad, y de sus antiguos recuerdos.

Inicialmente para conseguir dinero daba clases de pintura y arte en colegios de la ciudad, después empezó a organizar exposiciones en Pereira y en Cali, y el reconocimiento que fueron adquiriendo sus obras le consiguieron los recursos necesarios para terminar de construir su casa, en Cristo Rey, un barrio a las afueras de Cali.

Hasta allá llegaba su hermano “Tejadita” a visitarla, a mostrarle sus esculturas. “Yo le decía que le quitara tanta arandela a las mujeres que pintaba y esculpía, él también me daba una que otra sugerencia sobre mis pinturas, pero nos respetábamos mucho”.

Alejandro Valencia Tejada, se ha convertido en el gran promotor de la obra de su madre. En un taller ubicado a escasos 10 metros de la escultura más recordada de su tío, El gato de Tejada, al oeste de Cali, habla de la admiración que siente por ella. “Lo que más me asombra de la obra de Lucy es la vigencia de sus cuadros y la fortaleza de su carácter. Cuando algún cliente le pedía la misma obra que ella ya había pintado, le respondía en tono fuerte que ella no repetía nada. Siempre se renovaba y no se dejaba llevar por la moda”.

Hoy, a sus 88 años, Lucy habla con sinceridad. Habla del oportunismo de los nuevos artistas plásticos cuando se agarran de cualquier cosa para crear una obra, habla de la escasez de pintores jóvenes talentosos, y habla también de lo difícil que puede ser para una ciudad como Cali constituir un público que verdaderamente aprecie el arte. “Los caleños no están enseñados a ver obras, por eso acuden a los eventos del Salón Nacional de Artistas como si estuvieran en una procesión”.

La lucidez de esta artista se deja ver cuando en medio de los aplausos de la comunidad caleña que la acompaña en su condecoración en el Museo de arte Moderno La Tertulia, hace un alto en su discurso, guarda silencio por unos minutos y dice: “Me parece que ya estoy hablando demasiadas bobadas, gracias a todos por reconocer mi obra y mi vida dedicada al arte”.



Lucy Tejada as Remembered by FIX @ FIX University

Fernando IX University El espíritu escondido tras su obra
ImageMás allá de las exploraciones, las búsquedas y las variaciones, en la obra artística de Lucy Tejada termina intuyéndose un hilo conductor que atraviesa toda su creación; un elemento característico que la decanta para darle ese toque particular que define el espíritu creativo de todo artista, su universo espiritual, su cosmovisión. Este elemento en la obra de Lucy, de acuerdo a Cruz Kronfly, está definido por la presencia de una profunda obsesión que perdura e impregna la mayoría de sus piezas: la desesperanza.

"Lucy Tejada quiere decirnos algo, insisto, siempre ha querido decirnos algo profundo y claroscuro que ella misma quizás no se atrevería a decirse ni siquiera en su más hondos momentos. Algo respecto de lo cual ha venido elaborando lo mejor de su obra, una brutal intuición, la desesperanza total. Desde el origen mismo, desde la niñez, su negación. Una impresionante paradoja, que sólo el alma misma de una artista era capaz de llevar hasta sus últimas consecuencias".

Una percepción similar sobre las pinturas de Lucy propone Estanislao Zuleta. Para este filósofo, todo pintor a través de su obra no se interesa tanto por mostrar una realidad como por proyectar sus ideales, sus temores y sus conflictos, de manera que cada una de sus piezas termina siendo una representación simbólica y significativa de lo íntimo, una suerte de desahogo a través del cual un artista representa un mundo o una época tal y cómo los ha percibido desde adentro.

Estanislao Zuleta también encuentra en los niños de Lucy cierto espíritu lúgubre que desnuda mucho del carácter de ella, no tanto como artista sino como ser humano. Refiriéndose a dos piezas de su serie "Las Hojas" y "Los Pasajeros", escribe:

"Los niños abandonados, amontonados como las hojas mustias y de su mismo color, o bien, como aquí, atados con cuerdas de nudos redundantes. Sus rostros no están desesperados ni llorosos, sino sencillamente atónitos e inmóviles (...). La impresión de inmovilidad se consigue con un mínimo de recursos plásticos: la redondez de los rostros están y los ojos perplejos que no miran hacia ninguna parte. Los pocos tonos cálidos están a los lados, en el dramático pájaro, en las prometedoras frutas y las hojas. Con las líneas más tenues y la transparencia del papel, se configuran estas presencias que son casi ausencias. Con esos procedimientos se inscribe el sentimiento que los produjo y que convocan: la ternura, esa curiosa mezcla de amor y tristeza, tristeza por el desamparo y la vulnerabilidad originaria de todos los seres".

ImageLa desesperanza en juego con la niñez, hacen que la obra de Lucy Tejada adquiera los tintes de paradoja. Una incompatibilidad que sus pinturas se convierte en avenencia. Cuando era aún muy joven conoció la obra de María Bashkirtsev, una artista rusa que pintaba grupos de niños jugando, bajo la angustia de la muerte que la embistió a los 24 años. Posteriormente, Lucy encontraría en la admiración por El Greco, y en una de sus obras: "Diego en el Jardín", la más grande inspiración que terminaría por cobrar la preeminencia sobre los niños como tema central de sus piezas pictóricas.

Los niños de Lucy aún cuando estén jugueteando como en la célebre "Revuelo" se advierten siempre pensativos, melancólicos, con la mirada perdida, ambientados sobre paisajes en colores ocres, sepias o rojos. Son niños viejos, en palabras de Cruz Kronfly, que dan cuenta de la manera en que Lucy concibe el mundo y en especial el futuro. Así lo reconoce la propia artista:

"Pinto niños, pero en el fondo pienso que estoy haciendo mi autorretrato. Yo misma soy una niña asombrada, con miedo del mundo, encarcelada por circunstancias externas donde ya no hay amor, donde se le dan patadas a los perros, donde la indiferencia es el común denominador, donde estoy sola porque no me identifico con nadie. Por eso, sueño, dormida y despierta, y son esas imágenes oníricas las que luego traslado a mi pintura, equilibrándolas con la realidad. Cuando logro expresarlo como yo lo deseo, descanso, y esta descarga emotiva me lleva luego a la euforia, que solamente nos produce el acto de crear".



Lucy Tejada as Remembered by FIX @ FIX University

    lucy-tejada

    Lucy Tejada


    Pintora. Nació en Pereira en 1920.

    Como homenaje a la pintora y escultora Lucy Tejada, a principios del año 2007 se exhibieron en el Gran Salón de la Estación Central del MIO, de la ciudad de Cali, más de 320 de sus obras: 80 óleos, 100 obras gráficas, 120 dibujos y objetos pequeños de cerámica, donde se pudieron apreciar todas las facetas de su arte.

    La artista ha expuesto sus obras en importantes galerías nacionales e internacionales. Ha recibido numerosos premios.
    Fernando IX University


Fernando IX University

Lucy Tejada as Remembered by FIX @ FIX University

Fernando IX University

28 DE AGOSTO DE 2007

LUCY TEJADA




Lucy Tejada Nació en Pereira, cuando la Perla del Otún era parte del departamento del Gran Caldas, en el año de 1920... "Mis padres vivían allá y por eso nací en el viejo Caldas. Fuimos cinco hijos y cada uno nació en una ciudad diferente del Eje Cafetero porque mis padres viajaban mucho"

Todos descendientes de un comerciante, que tuvo una famosa tienda llamada "La pluma de oro", y de una pintora... "Mi madre fue nuestra primer maestra, viviendo con ella uno convivía con el arte y la pintura, todo el día se olía pintura, mi hermano Hernando, mi hermana Teresa y yo nos desarrollamos en medio del arte. Nuestros padres tenían unos libros europeos de pinturas de los museos de Europa que se conseguían por aquellos días y por lo tanto de pequeños estábamos muy familiarizados con la pintura universal. Además, cuando éramos niños, al llegar las visitas nos ponían frente a un tablero a dibujar ".


En 1936 la familia Tejada se estableció en Cali..."Cuando nos radicamos aqui ingresé al Liceo Benalcazar, ese colegio me cayó de perlas, ya que la educación religiosa que me daban las monjitas me tenía ñata". En compañía de Ana Julia Vega y de Esperanza Bonilla, Lucy Tejada Finalizó sus estudios básicos convirtiéndose en una las tres primeras mujeres bachilleres del Valle del Cauca. Tras la muerte de su madre, Lucy se trasladó a Bogotá a estudiar en la Universidad Javeriana Arte y Decoración, y de ahí pasó a la Escuela de Bellas Artes donde se gradúa y conoce a quien sería su esposo, Antonio Valencia, también pintor, con quien decide aventurarse hacia la Guajira.


Después de aquel viaje mágico, Lucy hizo su primera exposición en Bogotá en la sala Leo Matiz donde recreaba sus experiencias vividas en aquellos parajes guajiros; luego al viajar a Europa descubre los grandes museos del mundo, se encuentra con El Greco y con Rembrandt, pintores que la embriagan en el amor por la plástica. Después de casi cinco años en Europa, vuelve al país y hace parte del movimiento pictórico más productivo de la última mitad del siglo XX en Colombia, con Grau, Obregón, Ramírez Villamizar, a quienes conoció y con quienes compartió. Aquellos años cincuenta aceleraron productivamente su evolución como pintora.


Lucy Tejada ha expuesto sus obras en América y Europa, ha recibido varios premios por su obra en diferentes concursos nacionales y nunca recibió becas ni apoyo del Estado, siempre ha vivido de la venta de sus obras y se siente orgullosa de ello, es el devenir de todos los artistas de este país. Sus personajes, seres imaginarios de ojos negros y profundos viven en sus pinturas, que se parecen a su mundo, un mundo hermoso, ideal, habitado sólo por mujeres y niños. Lucy Tejada, en compañía de su familia y de amigos cercanos, constituyó hace un par de años la Fundación Lucy Tejada, con el objetivo de conservar y difundir su obra y la de Hernando, su hermano, memorias de esa Cali que crea y construye mundos posibles cada día
Entre los proyectos que ha sacado adelante la Fundación se cuentan el completar el sitio web de los Tejada y el libro de Hernando Tejada, realizado gracias a la Fundación Mac y con el apoyo de Epsa y la Cámara de Comercio de Cali.
Además, a finales del 2005, la Fundación preparó la exposición Hernando Tejada: Retrospectiva, una de las muestras restrospectivas más grandes que se han hecho de un sólo artista en el país. La pintura de Lucy Tejada es nuestro gran legado, habita aquí, en este mundo imposible lleno de caos y horror. Ella también convive con este mundo, es palpable su desesperanza, tal vez por eso vive alejada de todos, en medio del arte, de ese espacio verde, amable y perfecto. Fuente http://www.caliescali/.

La condecoraciónLa Ministra de Cultura, María Consuelo Araújo Castro, entregó el 17 de agosto a las 7:00 p.m. en el Foyer del Teatro Colón, la Medalla al Mérito Cultural a la maestra Lucy Tejada en reconocimiento a sus contribuciones al arte colombiano durante más de 50 años. De la generación de Grau, Ramírez Villamizar, Alejandro Obregón y Negret, esta gran artista expone una nueva visión del mundo, evocando situaciones líricas y dramáticas.





Lucy Tejada as Remembered by FIX @ FIX University

EXPOSICIÓN ITINERANTE DE LA COLECCIÓN BANCAFÉ
OBRAS de ALEJANDRO OBREGON, ENRIQUE GRAU, DAVID MANZUR, ANTONIO ZAMUDIO, NOE LEON Y LUCY TEJADA.
INAUGURACIÓN JUEVES JULIO 15 DE 2010 A LAS 6:30 P.M.
MUSEO DE ARTE DE CALDAS – CCC Teatro Fundadores

Miércoles 4 de agosto – 5pm, como actividad final de la exposición Colección Abierta – Colección Bancafe, se ha ha programado una visita guiada y un conversatorio con el curador del Museo de Arte de Caldas Alberto Moreno Armella.

La exposición puede ser visitada de Lunes a viernes de 8:00 a. m. a 12:00 del medio día y de 2:00 p. m. a 6:00 p.m. y sábados de 9 a 1 p.m.

Visitas guiadas y talleres informes teléfonos 8720547 – 3147486642. Correo electrónico: musartedecaldas@yahoo.com - catagorimezos@yahoo.es .

También visite nuestro blog en internet museodeartedecaldas.blogspot.com, donde podrá ver datos adicionales acerca de la exposición.

Contar con su presencia en las actividades programadas por el Museo es muy placentero para nosotros, los esperamos.

ENTRADA LIBRE

EXPOSICIÓN ITINERANTE DE LA COLECCIÓN BANCAFÉ QUE CONSTA DE 20 OBRAS ENTRE LAS CUALES FIGURAN ARTISTAS COMO ALEJANDRO OBREGON, ENRIQUE GRAU, DAVID MANZUR, ANTONIO ZAMUDIO, NOE LEON Y LUCY TEJADA. ADEMÁS SE EXPONDRÁN DE 3 A 5 OBRAS DE LAS 37 QUE INTEGRAN EL CONVENIO DE COMODATO ENTRE EL MUSEO DE ARTE NACIONAL DE COLOMBIA Y EL MUSEO DE ARTE DE CALDAS; OBRAS QUE HACEN PARTE DEL TOTAL DE 310 QUE CONSTITUYE LA COLECCIÓN BANCAFÉ.

ES DE RESALTAR EL APOYO QUE EL MUSEO NACIONAL LE HA DADO PERMANENTEMENTE, DESDE SU FUNDACIÓN, AL MUSEO DE ARTE DE CALDAS.

SORPRENDE QUE UNA CIUDAD COMO MANIZALES, CON VOCACIÓN CULTURAL, NO CUENTE CON UNA SEDE PARA EL MUSEO DE ARTE DE CALDAS, QUE SERÍA LA CASA NATURAL DE LA COLECCIÓN QUE INTEGRA ESTE COMODATO Y LAS OTRAS OBRAS DE LA COLECCIÓN PERMANENTE DEL MUSEO.

SEDE DEL MUSEO
CENTRO CULTURAL Y DE CONVENCIONES

Más información con CARLOS VELÁSQUEZ en el 312 2050010 Fernando IX University

Lucy Tejada as Remembered by FIX @ FIX University

Fernando IX University

La artista Lucy Tejada

Dos factores confabularon para que los hermanos Tejada, oriundos de Pereira, íconos del arte colombiano, convirtieran a la capital del Valle en su casa: el espíritu migratorio de su padre, que los llevó a radicarse en Cali cuando apenas eran unos niños, y la soledad de Lucy Tejada al separarse de su esposo, el artista Antonio Valencia.

“Desde España llamé a mi papá que vivía en Bogotá y le pedí que ayudara, él me dijo: ‘Váyase para Cali que allá está Hernandito’ ”, y fue así como estos dos maestros hicieron su vida en una ciudad “salsera con los árboles más bellos de Colombia”, como ella describe cariñosamente el lugar que la acogió junto a sus hijos. Hernando fue el único que la apoyó en el momento en que ella decidió regresar a Cali, pues su padre la consideraba la hija descarriada.

Tranquila, en medio de incontables obras que esculpió “Tejadita”, como le decía a su hermano, recuerda momentos memorables en su vida, como cuando conoció a Alejandro Obregón en Bogotá, o cuando debió dejar de pintar en La Guajira por culpa del viento que arrastraba pequeños granos de arena que se adherían a sus lienzos, queriendo permanecer en ellos y en sus recuerdos.

Quizá por eso Lucy nunca olvidó La Guajira, y así, al llegar a España con su esposo y sus dos hijos, pintó de memoria Salineros de Manaure (1951) y Mujeres sin hacer nada (1957), Premio Nacional de Pintura de ese mismo año. En 1962 ganó el Premio de Adquisición en el 14 Salón Nacional de Artistas con su obra Los insectos, y en 1970 obtuvo el primer puesto en el Décimo Festival de Arte. Todas estas obras fueron pintadas de memoria, pues nunca utilizó la técnica de pararse frente al objeto para retratarlo.

“Mi arte siempre fue más imaginativo. Armaba en mi cabeza la composición y la iba plasmando, los colores iban surgiendo según mi estado ánimo”.

Su juventud

Tejada llegó a Bogotá recién graduada del Liceo Belalcázar, de Cali, para convertirse en una artista. Estudió inicialmente en un instituto cuyo nombre olvidó, al igual que muchas de sus vivencias en el lugar, pues no compartía la ideología de las monjas que dirigían el internado. Por eso en las tardes, después de sus lecciones de arte, Lucy se refugiaba en los museos de la capital. Fue ahí cuando descubrió la obra de Alejandro Obregón: “Empecé a ir a la exposición del maestro todos los


días durante mucho tiempo, hasta que un día salió y me dijo: ‘¿usted porque viene tanto?’, ‘¡pues porque me gusta mucho su obra!’, le respondí. Hablamos y él me dijo que me saliera de ese instituto, que me matriculara en Bellas Artes, le hice caso y ahí conocí a Antonio Valencia, el papá de mis hijos”.

Valencia también era artista. Después de vivir un tiempo en Bogotá y otro tanto en La Guajira, en un resguardo indígena que carecía de puertas, llegaron a España gracias a una beca que él consiguió. “Nos pasábamos las tardes visitando el Museo del Prado, caminando por las calles de Madrid, hasta que un buen día Antonio decidió irse a vivir con una argentina”. Fue entonces cuando Lucy volvió a Cali, a construir una casa lejos de la ciudad, y de sus antiguos recuerdos.

Inicialmente para conseguir dinero daba clases de pintura y arte en colegios de la ciudad, después empezó a organizar exposiciones en Pereira y en Cali, y el reconocimiento que fueron adquiriendo sus obras le consiguieron los recursos necesarios para terminar de construir su casa, en Cristo Rey, un barrio a las afueras de Cali.

Hasta allá llegaba su hermano “Tejadita” a visitarla, a mostrarle sus esculturas. “Yo le decía que le quitara tanta arandela a las mujeres que pintaba y esculpía, él también me daba una que otra sugerencia sobre mis pinturas, pero nos respetábamos mucho”.

Alejandro Valencia Tejada, se ha convertido en el gran promotor de la obra de su madre. En un taller ubicado a escasos 10 metros de la escultura más recordada de su tío, El gato de Tejada, al oeste de Cali, habla de la admiración que siente por ella. “Lo que más me asombra de la obra de Lucy es la vigencia de sus cuadros y la fortaleza de su carácter. Cuando algún cliente le pedía la misma obra que ella ya había pintado, le respondía en tono fuerte que ella no repetía nada. Siempre se renovaba y no se dejaba llevar por la moda”.

Hoy, a sus 88 años, Lucy habla con sinceridad. Habla del oportunismo de los nuevos artistas plásticos cuando se agarran de cualquier cosa para crear una obra, habla de la escasez de pintores jóvenes talentosos, y habla también de lo difícil que puede ser para una ciudad como Cali constituir un público que verdaderamente aprecie el arte. “Los caleños no están enseñados a ver obras, por eso acuden a los eventos del Salón Nacional de Artistas como si estuvieran en una procesión”.

La lucidez de esta artista se deja ver cuando en medio de los aplausos de la comunidad caleña que la acompaña en su condecoración en el Museo de arte Moderno La Tertulia, hace un alto en su discurso, guarda silencio por unos minutos y dice: “Me parece que ya estoy hablando demasiadas bobadas, gracias a todos por reconocer mi obra y mi vida dedicada al arte”.



Lucy Tejada as Remembered by FIX @ FIX University

Fernando IX University El espíritu escondido tras su obra
ImageMás allá de las exploraciones, las búsquedas y las variaciones, en la obra artística de Lucy Tejada termina intuyéndose un hilo conductor que atraviesa toda su creación; un elemento característico que la decanta para darle ese toque particular que define el espíritu creativo de todo artista, su universo espiritual, su cosmovisión. Este elemento en la obra de Lucy, de acuerdo a Cruz Kronfly, está definido por la presencia de una profunda obsesión que perdura e impregna la mayoría de sus piezas: la desesperanza.

"Lucy Tejada quiere decirnos algo, insisto, siempre ha querido decirnos algo profundo y claroscuro que ella misma quizás no se atrevería a decirse ni siquiera en su más hondos momentos. Algo respecto de lo cual ha venido elaborando lo mejor de su obra, una brutal intuición, la desesperanza total. Desde el origen mismo, desde la niñez, su negación. Una impresionante paradoja, que sólo el alma misma de una artista era capaz de llevar hasta sus últimas consecuencias".

Una percepción similar sobre las pinturas de Lucy propone Estanislao Zuleta. Para este filósofo, todo pintor a través de su obra no se interesa tanto por mostrar una realidad como por proyectar sus ideales, sus temores y sus conflictos, de manera que cada una de sus piezas termina siendo una representación simbólica y significativa de lo íntimo, una suerte de desahogo a través del cual un artista representa un mundo o una época tal y cómo los ha percibido desde adentro.

Estanislao Zuleta también encuentra en los niños de Lucy cierto espíritu lúgubre que desnuda mucho del carácter de ella, no tanto como artista sino como ser humano. Refiriéndose a dos piezas de su serie "Las Hojas" y "Los Pasajeros", escribe:

"Los niños abandonados, amontonados como las hojas mustias y de su mismo color, o bien, como aquí, atados con cuerdas de nudos redundantes. Sus rostros no están desesperados ni llorosos, sino sencillamente atónitos e inmóviles (...). La impresión de inmovilidad se consigue con un mínimo de recursos plásticos: la redondez de los rostros están y los ojos perplejos que no miran hacia ninguna parte. Los pocos tonos cálidos están a los lados, en el dramático pájaro, en las prometedoras frutas y las hojas. Con las líneas más tenues y la transparencia del papel, se configuran estas presencias que son casi ausencias. Con esos procedimientos se inscribe el sentimiento que los produjo y que convocan: la ternura, esa curiosa mezcla de amor y tristeza, tristeza por el desamparo y la vulnerabilidad originaria de todos los seres".

ImageLa desesperanza en juego con la niñez, hacen que la obra de Lucy Tejada adquiera los tintes de paradoja. Una incompatibilidad que sus pinturas se convierte en avenencia. Cuando era aún muy joven conoció la obra de María Bashkirtsev, una artista rusa que pintaba grupos de niños jugando, bajo la angustia de la muerte que la embistió a los 24 años. Posteriormente, Lucy encontraría en la admiración por El Greco, y en una de sus obras: "Diego en el Jardín", la más grande inspiración que terminaría por cobrar la preeminencia sobre los niños como tema central de sus piezas pictóricas.

Los niños de Lucy aún cuando estén jugueteando como en la célebre "Revuelo" se advierten siempre pensativos, melancólicos, con la mirada perdida, ambientados sobre paisajes en colores ocres, sepias o rojos. Son niños viejos, en palabras de Cruz Kronfly, que dan cuenta de la manera en que Lucy concibe el mundo y en especial el futuro. Así lo reconoce la propia artista:

"Pinto niños, pero en el fondo pienso que estoy haciendo mi autorretrato. Yo misma soy una niña asombrada, con miedo del mundo, encarcelada por circunstancias externas donde ya no hay amor, donde se le dan patadas a los perros, donde la indiferencia es el común denominador, donde estoy sola porque no me identifico con nadie. Por eso, sueño, dormida y despierta, y son esas imágenes oníricas las que luego traslado a mi pintura, equilibrándolas con la realidad. Cuando logro expresarlo como yo lo deseo, descanso, y esta descarga emotiva me lleva luego a la euforia, que solamente nos produce el acto de crear".



Lucy Tejada as Remembered by FIX @ FIX University

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    Lucy Tejada


    Pintora. Nació en Pereira en 1920.

    Como homenaje a la pintora y escultora Lucy Tejada, a principios del año 2007 se exhibieron en el Gran Salón de la Estación Central del MIO, de la ciudad de Cali, más de 320 de sus obras: 80 óleos, 100 obras gráficas, 120 dibujos y objetos pequeños de cerámica, donde se pudieron apreciar todas las facetas de su arte.

    La artista ha expuesto sus obras en importantes galerías nacionales e internacionales. Ha recibido numerosos premios.
    Fernando IX University


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